lunes, 17 de diciembre de 2007

2007/12/16: EL POSTPARTIDO


EL POSTPARTIDO


MANACOR-ATLÉTICO BALEARES: 1-1


LA ESTRELLA BALEARICA:

No fue un partido brillante de los jugadores del Atlético Baleares pero, para quien esto escribe, el mejor fue TONI COLL. El zurdo, todo clase y finura con esa zurda de seda que tiene, jugó en el primer tiempo en la parte central del mediocampo junto a Prior. Pero ése no es su sitio. Fue en la segunda parte cuando, una vez colocado en la banda izquierda, comenzó a brillar. Sus centros hacia el área son precisos ya que en vez de un pie tiene un guante. También intentó el desequilibrio al encarar en todo momento a sus marcadores mediante filigranas y bicicletas varias. Su centro a Rodri, en la jugada del empate, es de antología. Así pues, por tanto, la estrella balearica de la semana es ANTONI COLL.


LA ESTRELLA RIVAL

En este caso, dado el poco juego ofensivo que crearon los hombres de Pep Sansó, me es difícil elegir a alguien que destacara pero, si lo miramos bien, creo que el hombre de banda derecha en el centro del campo rojiblanco, SERGIO, con su verticalidad, fue el mejor de los locales. Participó en las dos jugadas de peligro que tuvo el Manacor en la segunda parte y, con su rapidez y verticalidad, le creó problemas a Óscar Navarro.

LOS RUMORES SOBRE TOMÁS GIBERT

En el fútbol, como en la vida, las cosas se pueden hacer con la cabeza o con los pies pero, sobre todo, hay que poner a lo hecho, pecho. Echar ahora, yendo líderes y con dieciséis partidos jugados, a Gibert sería, para mí, un auténtico disparate. A la gente, te caiga bien o mal, sea simpática o antipática, se le tiene que dejar trabajar con confianza y seriedad. Yo no comparto algunas de las decisiones tácticas de Gibert y tampoco me parecen bien algunas ubicaciones de jugadores en el terreno de juego pero, para mí, SE LE TIENE QUE DEJAR TRABAJAR EN PAZ.
Si empezamos a echar a la calle a los técnicos con tanta facilidad, será síntoma de que no se tiene plena confianza en alguien que, en ese caso, jamás hubiera debido acceder al banquillo balearico.

RODRI LA PIFIÓ Y RODRI LA ENMENDÓ

El gigantón blanquiazul no estuvo ayer fino. Nadie discute su entrega, su capacidad de liderazgo y su honestidad. Pero lo verdad es que ayer estuvo igual que el tiempo. Mal.
En la jugada del primer gol se complica la vida cuando lo más fácil era pegarle un patadón al balón y mandarlo fuera de Na Capellera. Luego estuvo muy fallón en el pase. La jugada de la expulsión de Rubio viene tras una imprecisión suya en el centro del campo. En fin, un horror. Pero, como hacen los grandes, estuvo donde había que estar para poner el empate en el marcador. Su remate de cabeza, entrando como un ciclón por el centro del área manacorina, fue fantástico. Por tanto, con ese frentazo dejo las cosas como estaban y dio un poco de alegría a los balearicos que, a esas alturas, estaban ya ateridos de frío.