Todos los balearicos estamos con la moral baja tras el jarro de agua fría que supuso la derrota en Selva. Lo más triste no es perder (algo que puede pasar en cualquier momento incluso jugando bien) sino el hacerlo estando con un jugador más durante 65 minutos. Son cosas que tocan la moral del más pintado y por eso el partido del próximo domingo frente al Alcudia es peligroso. No quiero ni pensar lo que puede suceder si los visitantes se adelantan en el marcador. Yo no estuve presente en Selva y por tanto no puedo opinar en detalle sobre el encuentro pero por los comentarios que he escuchado el equipo recayó en los errores cometidos en el campo de la Penya Arrabal. La diferencia es que allí se empató y contra el Xilvar se perdió. Me temo que la derrota haya minado la moral de nuestros jugadores. El próximo domingo tienen que luchar contra el rival y contra sus propias desconfianzas. De todos modos, la vida sigue, no vale de nada pensar en lo de Selva y hay que ir a por todas contra el Alcudia. Entre otras cosas porque la Liga no ha hecho más que comenzar y lo que cuenta no es cómo se empieza sino cómo se acaba. Esperemos que el alcance de la lesión de Óscar Andrés no sea grave y que pueda estar en el centro de la defensa el próximo domingo. Volverá Cano tras estar dos jornadas sancionado. Quizá Quetglas pueda estar pero no lo creo porque hace poco tiempo desde que reanudó los entrenos. Marcos también está ya en la última fase de su recuperación y quizá para el partido contra el Patronato esté listo.
Tras esta tercera jornada estamos clasificados por la mitad de la tabla a cinco puntos del primero, el Xilvar. Digo esto porque nuestro punto de referencia tiene que ser el primer puesto de la tabla. Otro puesto sería un fracaso. Esto es así, le guste a quien le guste. Si el Atlético Baleares no queda primero y asciende directamente podremos decir que la temporada habrá sido un fracaso en toda regla.
Ganando en casa el domingo y luego en campo del Patronato, asunto arreglado.
Hasta pronto. Salud.
Javier.
