Saludos a todos.
Escribo en el día de Nochebuena. Dentro de una semana comenzaremos un nuevo año y abandonaremos este 2004 que tan malo ha sido para nuestro club.
Pero vayamos al partido del domingo pasado frente al Campos. El día era precioso para jugar a fútbol y el público acudió en número aceptable al Germans Escalas. Luis Espinosa tenía la espada de Damocles sobre su sillón en el banquillo y visto lo visto fue destituido con razón. No digo que sea el único culpable de la situación pero lo cierto es que el partido contra el Campos fue pésimo, de los peores junto con el del Constancia. Un equipo roto completamente, sin patrón de juego, sin alegría, sin frescura, sin nada de nada. Todo ello frente a un rival pobrísimo también que estará en la zona baja luchando junto con nosotros para no descender. Poca cosa hay que decir del partido, que fue un auténtico tostón, de una calidad ínfima. El primer gol fue de Vidal al lanzar una falta directa y cantar como Pavarotti nuestro portero. Pascual estuvo nefasto en este lance. Nuestros jugadores eran la viva encarnación de la impotencia. Ya en la segunda parte, una buena jugada por la parte izquierda de nuestro ataque acaba con Palomo penetrando hasta la línea de fondo y centrando muy inteligentemente al punto de penalti donde un juvenil marca a placer. La verdad, no celebré el gol, cosa rara en mí. El Campos, pese a sus muchísimas limitaciones, tuvo más oportunidades que nosotros y mereció ganar.
Veo muy mal las cosas y lo único que me permite pensar que quizá no descendamos es el hecho de que aún hay equipos peores que el nuestro.
Ojalá el 2005 sea totalmente distinto al año que ahora acabamos.
Hasta otra. Salud.
